Ganamos el siempre temible primer partido. Un problema menos.

Curiosamente, nuestra selección fue la única, hasta ahora, 

que salió a jugar con miedo. 

El resto, grandes o chicas y careciendo de los talentos de la nuestra, 

privilegiaron el relájate y goza. 

En cambio nosotros, temerosos ante un peligro inexistente. 

Es bastante difícil imaginar que podamos enfrentar 

una selección mas floja que la de Bosnia. 

Panamá no clasificó al mundial...

7000 millones de seres humanos en el planeta 

y 8 técnicos -Sabella incluido-, en Brasil, 

comprobaron que nuestra selección no es un equipo de fútbol 

y que su ventaja diferencial, esta es, sus letales hombres de ataque, 

también pueden tildarse y deambular 

como fantasmas por el campo, 

durante un mundial de fútbol.

El peligro está en nuestra cabeza, no enfrente.

Cuando estos jugadores hacen lugar 

a las patéticas miserabilidades de la pelota, 

en lugar de soltarse y jugar a la pelota, 

las cosas se complican peligrosamente.

En cambio cuando dejan hacer a su talento, 

se hace la luz, 

como por varios minutos se vio en el segundo tiempo, 

ingresos mediante, 

de Higuain en ataque y

Gago aportando ideas y buen pie en el medio.

Muchachos, déjense de joder y jueguen a la pelota. 

Me refiero a los de ataque. 

Son jugadores para hacer tres o cuatro goles por partido. 

Los otros siete, están para recuperar y dársela a Messi. 

Nada mas.

El arquero, en general, bien. 

Tapó un par en momentos duros. 

En el gol por ahí se equivocó. 

Pero como en todo mano a mano, 

la primera pregunta a responder es porque 

el rival llega para un mano a mano con el arquero, 

con pelota dominada.

C.V.