martes, 6 de octubre de 2015




 

  

El 24 de setiembre se fue la vieja. En pocos días iba a cumplir 92. 

La última vez nos abrazamos más que otras veces. Habrá sido intuición. Nunca se sabe.

Estaba bien. Totalmente lúcida. Frágil. Pero sin achaques degradantes, aunque ella se quejara de que ya no podía hacer algunas cosas que extrañaba, como leer novelas o historia, en libros “con letra chiquita”.

Hablamos de todo. Hasta de política, que le encantaba. No se perdía una cadena de Cristina y la seguía defendiendo. “¡Dejate de embromar, nene! Acordate como era antes de Cristina y Kirchner, lo que hicieron los otros y que ahora quieren volver…”, me sermoneaba.

No tuvimos que esforzarnos para hablar de aquella promesa hecha en épocas duras, cuando la biología no era la única causa que definía la hora de salida. Ninguno vería al otro en situación indigna. Nos recordaríamos así, como en ese momento. Lúcidos y a los abrazos. Claro que lo dijimos como si lo inevitable fuera a pasar dentro de cien años.

Estuve pensando si fue feliz. No se por que es lo único que realmente me importa. Estoy seguro que vivió aliviada sus últimos treinta y tantos años. Y que a veces fue feliz.

Tuvo cuatro hijos. Dos yernos. Tres nueras. Trece nietos. Siete bisnietos.

Se fue Olguita. Brilló con luz propia en el mar de fueguitos que según los Neguá -contó Galeano- se pueden ver desde el cielo.

C.V.






miércoles, 12 de agosto de 2015








Miren que insistimos desde el Colectivo para que Aníbal Fernández fuera, para enfrentar a Daniel Scioli en el FpV, candidato de unidad entre el pejotismo ayornado (neopejotismo) y el kirchnerismo (justicialistas K y trasversales K satélites)

Para los desmemoriados, está todo en nuestro blog, no estamos inventando nada.

El kirchnerismo se hubiera evitado tragar el sapo naranja y la patria semicolonial, zafado de un gobierno o más, de DOS. Y mientras tanto, el semillero K iría madurando (Máximo, en particular)

Pero bueno, con mucho de azar, al menos habrán librado al pueblo bonaerense del dúo monaguillo-mazorquero. Y muy probablemente de Mauri&Asociados o Masita.

Además de ubicarse en inmejorable posición, desde el principal territorio, para construir política allí donde están los sectores decisivos para la liberación: la clase obrera y el pueblo pobre. La inmensa mayoría, de verdad con capacidad, para ir por todo.

¿Estará la pequeña y mediana burguesía a la altura del desafío...?

Parece difícil que el chancho vuele.

C.V.

lunes, 10 de agosto de 2015




La provincia estaría zafando de la fórmula monaguillo-mazorquera. El "MacArthur" matancero, finalmente habría resultado un salvavidas de plomo. No aprenden más, estos muchachos.

Si el resultado se confirma, el pueblo bonaerense FpV, saltó la tranquera. Adoptó a Aníbal Fernández como su candidato natural, por fuera del aparato. Probablemente esté surgiendo desde la provincia, un nuevo liderazgo -a futuro también- nacional.

(Solá se relame con el resultado de la interna FpV bonaerense. Alfombra roja para recibir intendentes, quienes, por la puerta con el FpV, o por la ventana con el F.R., continuarán inexorablemente como Barones conurbanos...)

El Kirchnerismo (justicialistas K referenciándose en Aníbal Fernández y trasversales K satélites, en Sabatella), si no se le escapa la tortuga otra vez (y si Aníbal Fernández no inaugura línea propia, "Anibalista") quizá haya logrado, desde el territorio más importante del país, "una segunda oportunidad sobre la tierra".

C.V.

domingo, 2 de agosto de 2015




Las PASO son más "libertarias". Es un voto más "lírico", digamos. Sin tanta presión. Iremos a votar con alegría, quizá con la única excepción de los kirchneristas que tendrán que ir a votar a Daniel Scioli. Doce años para terminar así... No debe ser fácil. Tremendo sapo para tragar. Pero bueno... Los otros iremos a votar con alegría.

Las PASO son un gran encuesta chequeada. Con los datos duros en mano, el lunes 10 empieza otra historia, la verdadera elección. Muy probablemente empiece a pesar en serio lo del voto útil o el mal menor. Se empezará a pensar más en votar en contra de.

No obstante, en las PASO habrá de decidirse algo a lo que debería prestarse mucha atención: si se produce la situación que varios consultores anticipan que puede darse, el resultado que arroje la elección a gobernador de la provincia de Buenos Aires, no diferiría sustancialmente si en lugar de obtenerse con la herramienta del voto universal, obligatorio y secreto, se hubiera obtenido utilizando un bolillero o el palo y venda de ojos del tradicional juego de la piñata...

Vamos a cederles la palabra a los encuestadores (por lo demás, bichos escasamente fiables) para que sean directamente ellos quienes expliquen:

“Es complicado pronunciarse –sostiene Hugo Haime–. Lo habitual es que entre el voto a presidente y a gobernador, en la provincia de Buenos Aires no haya diferencias. El candidato a gobernador depende de la cantidad de votos que obtenga su candidato a presidente. Ya sabemos que el distrito bonaerense será ganado por el FpV, pero otra es la situación de la interna entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez. Nos parece una situación muy difícil de ser captada por las encuestas. En algunos distritos quienes decidan votar por Scioli pueden llegar a encontrarse con seis boletas que son casi iguales y que sólo se diferenciaran por la foto del candidato a gobernador. En la boleta será igual el candidato a presidente, igual el candidato nacional al Parlasur, iguales los candidatos a diputados nacionales, igual candidato provincial al Parlasur. Recién en el quinto tramo aparece el candidato a gobernador con foto. Luego viene igual candidato a intendente e iguales candidatos a concejales. Ya que Aníbal y Julián llevan a los mismos candidatos, ambos estarán en una boleta de seis cuerpos del mismo color. Las cosas entonces comienzan a depender de la capacidad que tengan los militantes de entregar las boletas antes del llegar al lugar de votación, que la boleta efectivamente esté en el cuarto oscuro y del azar. Me abstengo en el pronóstico.”

(...)

“Sin duda la provincia es el distrito que más influye en el escenario nacional –señala Roberto Bacman–. Es (...) también donde se llevará a cabo una de las internas más calientes, para elegir al candidato a gobernador del FpV. Hasta el momento el binomio Fernández-Sabbatella logra una diferencia a su favor. Es cierto que no hay que perder de vista que es una interna en un contexto de alta complejidad. La sábana de cada boleta en este distrito mide casi 90 centímetros. En donde hay internas cada precandidato a intendente debe duplicar sus boletas para incorporar a los dos precandidatos a gobernador. Por tal motivo, en algunas intendencias habrá hasta ocho boletas del FpV. Como puede verse, es un tejido muy complicado, donde se debe adicionar un alto porcentaje de votantes del FpV que no saben a ciencia cierta la existencia de la interna para gobernador, y que eligen a Aníbal Fernández por su alto nivel de popularidad”.

Es lo que hay, podríamos agregar nosotros... Gente con legitimidad azarosa, es la que nos va a gobernar.

C.V.



miércoles, 22 de julio de 2015



Hay honestos, inteligentes compañeros/as que sin embargo confunden historia y política, mucho más allá de las auténticas relaciones verdaderas entre ambas.

A ellos les decimos: el balotaje en la CABA, es historia. La decisión de Rulo de votar a Sanz en la interna de la derecha y cuando pierda, a Daisy en la general, es política. Política que hunde sus raíces en su historia reciente: lo que explica su actual posicionamiento, es su histórico resultado en el balotaje. Sin esto, su futuro próximo hubiera sido el de secretario de doña locura demencial, como sus pergaminos políticos indicaban.

Rulo logró, entre primera y segunda vuelta, empezar a convertirse en mascarón de proa de dos muertos vivos del principado: el radicalismo y el kirchnerismo de la ciudad.

El radicalismo cabaíno hace años que espera un nuevo Mesías (En realidad, el radicalismo de todas partes)

La pequeña y mediana burguesía porteñas, fauna implacable que huele sangre a kilómetros, en su vertiente K hace tiempo que prepara las valijas. Ahora apoyará a Daniel Scioli, pero solo en defensa de su fuente de trabajo, por terror a quedar a la intemperie. Sin embargo, nadie puede creer seriamente que podrá convivir en el tiempo con el compañero lancha (Me encanta esta imagen, la estoy robando, como muchos saben) ¡Basta de Pimpinela!, se dicen.

Lousteau tiene todo para postularse a nuevo líder progre agradable al paladar de ambas tribus. Lo sabe. Y los números recientes se lo confirman.

Ahora va a afianzar lo que obtuvo, mostrándose generoso con su apoyo a un radical impresentable: el adefesio Sanz. Cuando la etapa se agote (ya, en dos semanas) subirá un cambio: Radicales, nuestro futuro es progresista, como decía don Raúl Hiperinflación. Sigamos a Daisy. No nos va a defraudar.

Después, será cuestión de tiempo que un sector nada despreciable del multiverso K abajeño, empiece a golpearle la puerta pidiendo entrar ¿Qué ni en pedo con la margarita? ¡Si se bancaron a Fernández Meijide y a Chupete y están haciendo el aguante a Daniel Scioli! Más ricino y a tragar cualquier sapo. Nada personal, se trata de negocios, dirán por lo bajo.

(Seguramente otro sector, de valiosos compañeros/as K, volverá sinceramente a pensar la necesidad de una auténtica centro izquierda nacional y popular que rescate del olvido las tesis del nacionalismo popular revolucionario preservando así la memoria de liberación, salvando del asco el impulso inicial de Néstor y ubicándose en dirección a la historia por venir, como pequeña y mediana burguesía que dialoga –sabia, sanamente- con los trabajadores. Habremos de recibirlos fraternalmente para continuar juntos la lucha en una convergencia plebeya invencible por la liberación nacional y social y la Patria Grande Socialista)

C.V.