miércoles, 22 de julio de 2015



Hay honestos, inteligentes compañeros/as que sin embargo confunden historia y política, mucho más allá de las auténticas relaciones verdaderas entre ambas.

A ellos les decimos: el balotaje en la CABA, es historia. La decisión de Rulo de votar a Sanz en la interna de la derecha y cuando pierda, a Daisy en la general, es política. Política que hunde sus raíces en su historia reciente: lo que explica su actual posicionamiento, es su histórico resultado en el balotaje. Sin esto, su futuro próximo hubiera sido el de secretario de doña locura demencial, como sus pergaminos políticos indicaban.

Rulo logró, entre primera y segunda vuelta, empezar a convertirse en mascarón de proa de dos muertos vivos del principado: el radicalismo y el kirchnerismo de la ciudad.

El radicalismo cabaíno hace años que espera un nuevo Mesías (En realidad, el radicalismo de todas partes)

La pequeña y mediana burguesía porteñas, fauna implacable que huele sangre a kilómetros, en su vertiente K hace tiempo que prepara las valijas. Ahora apoyará a Daniel Scioli, pero solo en defensa de su fuente de trabajo, por terror a quedar a la intemperie. Sin embargo, nadie puede creer seriamente que podrá convivir en el tiempo con el compañero lancha (Me encanta esta imagen, la estoy robando, como muchos saben) ¡Basta de Pimpinela!, se dicen.

Lousteau tiene todo para postularse a nuevo líder progre agradable al paladar de ambas tribus. Lo sabe. Y los números recientes se lo confirman.

Ahora va a afianzar lo que obtuvo, mostrándose generoso con su apoyo a un radical impresentable: el adefesio Sanz. Cuando la etapa se agote (ya, en dos semanas) subirá un cambio: Radicales, nuestro futuro es progresista, como decía don Raúl Hiperinflación. Sigamos a Daisy. No nos va a defraudar.

Después, será cuestión de tiempo que un sector nada despreciable del multiverso K abajeño, empiece a golpearle la puerta pidiendo entrar ¿Qué ni en pedo con la margarita? ¡Si se bancaron a Fernández Meijide y a Chupete y están haciendo el aguante a Daniel Scioli! Más ricino y a tragar cualquier sapo. Nada personal, se trata de negocios, dirán por lo bajo.

(Seguramente otro sector, de valiosos compañeros/as K, volverá sinceramente a pensar la necesidad de una auténtica centro izquierda nacional y popular que rescate del olvido las tesis del nacionalismo popular revolucionario preservando así la memoria de liberación, salvando del asco el impulso inicial de Néstor y ubicándose en dirección a la historia por venir, como pequeña y mediana burguesía que dialoga –sabia, sanamente- con los trabajadores. Habremos de recibirlos fraternalmente para continuar juntos la lucha en una convergencia plebeya invencible por la liberación nacional y social y la Patria Grande Socialista)

C.V.

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