Convengamos que Randazzo no es la mejor expresión del Proyecto K, como para representarlo y ponerse la banda a continuación de Néstor y Cristina.

Pero bueno; por lo menos no es Daniel Scioli, quien viene de la matriz Menem (no haría falta agregar nada) llega como candidato franco del neopejotismo y, encima, con su equipo de colaboradores de confianza de la Pcia. de Bs. As. donde, si bien hay honrosas excepciones, la constante es, horrorosas normalidades...

Randazzo había encontrado un discurso apto que le estaba dando buenos resultados: confrontarlo a Scioli, blanqueando que no hay sustanciales diferencias entre Scioli, Massa y Macri.

Pero desde las altas cumbres le esmerilaron el libreto y, al menos por unas semanas, levantó el pie del acelerador optando por hablar del flower power... Que no es precisamente lo mismo que arengar a que florezcan mil flores.

Probablemente ahora se haya dado cuenta de que se le escapó la tortuga comprando la sugerencia lapidaria. Que perdió tiempo y fuerza. Y perdido por perdido, decida hacer la suya, ser auténticamente él y decir lo que piensa y propone a la sociedad.

No se si le servirá de mucho, pero al menos será aire fresco para la campaña del FpV y pondrá blanco sobre negro como son las cosas.

C.V.