Sería importante que los convencidos defensores de la alianza con China, comiencen a explicar cuales serían las ventajas, no para el comercio bilateral entre países individualmente considerados y Pekín, sino para la integración regional efectiva.

Después de todo, hablan de la CELAC, no de países por separado.

Digamos que, a esta altura, no estaría mal que los compañeros que nos representan en las negociaciones con China, detallen cuales son los planes reales de integración regional proyectados; cuales son las obras pensadas en conjunto, que apunten a facilitar la concreción de un poderoso y ecológico mercado único nuestroamericano, para 600 millones de ciudadanos consumidores.

Porque es de esto que debemos hablar, si en serio queremos integrarnos entre pueblos hermanos y pretendemos, en el comienzo del siglo XXI, contribuir a lograr una auténtica mutipolaridad en la que nos insertemos como bloque político soberano.

En lugar de solo el chiquitaje de país a nación, que también es bienvenido, cuando sirva para paliar la desesperante situación de cada pueblo individualmente.

C.V.