USO Y TENENCIA DE
LA TIERRA
Los comunistas y la
reforma agraria
Es necesario poner en agenda el debate público y nacional
sobre
las formas y los contenidos que deberían conformar
la Reforma Agraria Integral
que nuestra Patria necesita.
Por Comisión Agraria del Partido Comunista
En momentos en que se le cantan loas al
modelo agropecuario hegemónico atado a los designios de los agronegocios del
imperialismo y al impulso de los mentores del “capitalismo bueno”, parece
atinado insistir en la necesidad de impulsar el gran debate nacional pendiente,
sobre el uso y tenencia de la tierra en la Argentina.
Por lo que desde comisión
agraria del partido comunista, creemos necesario revitalizar el debate sobre el
diagnóstico y las propuestas de reforma agraria integral, impulsada una y mil
veces por nuestro partido.
En tal sentido es conveniente hacer un poco
de historia. La propuesta de reforma agraria integral, fue siempre bandera de lucha
entre los comunistas argentinos, prácticamente desde la fundación del PC en
1918; fue además el que presentó el primer
proyecto a través de la camarada Alcira de la Peña en 1962. Desde los anales de
la historia de nuestro partido estuvo presente dicha consigna.
El partido de los comunistas argentinos fue
impulsor junto a otros sectores combativos y de izquierda de la creación de
nuevas organizaciones agrarias y de trabajadores rurales y campesinos en
diversas provincias y regiones.
Fue destacable la labor de nuestros camaradas
en el desarrollo del movimiento contra los desalojos de las juntas en defensa
de la producción, en la creación de centenares de sindicatos de oficios varios,
en la organización de filiales de la FAA, y aquí debemos destacar al camarada
Mario Pellegrini quien ayudo a organizar sindicatos de obreros rurales, así
como las filiales de FAA de Arroyo Seco y General Lagos, y la cooperativa de
productores de Arroyo Seco.
Asímismo en mayo de 1965 convocado por la
CGT dirigida por José Alonso se realizó en Sta. Fe el congreso por la reforma agraria,
con la participación de 500 delegados de organizaciones obreras, la FAA, COCOPRA,
y el movimiento de los partidarios de la reforma agraria.
El despacho del congreso
rezaba:
“Deberá modificarse el sistema de tenencia de la tierra base fundamental
de todas las demás resistencias estructurales para lograr una real y efectiva redistribución
de la propiedad privada en función social, mediante la supresión del régimen de
latifundio y de las formas atrasadas disociativas de la propiedad y la
explotación de la tierra, como arrendamiento, aparcería etc.”.
Producto de las luchas de esos años y al impulso
de nuestro partido se fundó el movimiento nacional de partidarios de la reforma
agraria, a través del cual nuestro partido bregó incansablemente y hasta el día
de hoy por la articulación de un gran movimiento nacional encabezado por la
clase obrera para el logro de dicho objetivo.
Además se estableció la necesidad
de resguardar el patrimonio del suelo argentino frente a las compañías
extranjeras.
Nuestro Partido entonces trabajó para dar nacimiento junto a otros
sectores a UPARA (Unión de productores Agrarios de la República Argentina),
quien el 15 de noviembre de 1973 con las firmas de su presidente Antonio Norman
García y su secretario general José María García presentó un proyecto de
reforma agraria inspirado en las resoluciones del congreso de Santa Fe.
Asimismo
impulsado por los comunistas en la 31 asamblea Nacional de la Unión Ferroviaria,
realizada e en mayo del 63, se aprobó una importante resolución reclamando la
realización de la Reforma Agraria en cuyos considerandos se decía:
“la suerte
de los ferrocarriles argentinos está íntimamente
vinculada al sistema de
redistribución de la tierra”
y a continuación se enumeraba un articulado
referente
a como se concebía entonces la reforma agraria.
Hoy ante los avances “aparentemente inevitables”
del capitalismo agrario, y el despliegue inconmensurable de su modelo agrario
basado en la aplicación de tecnologías de insumos, profundizadoras de la
dependencia, potenciadoras de la concentración económica, devastadoras de la naturaleza
y la fertilidad , despobladoras del campo y consiguientemente afianzadoras de
la dominación económica y política, se torna imprescindible reimpulsar el debate
por la reforma agraria integral, tal como lo venimos haciendo a través, del MCL
(que tiene como base programática, el impulso del ordenamiento territorial, la soberanía
alimentaria y la reforma agraria) y la CONAT, y los documentos del Castelar I y
II y en todos los espacios de construcción unitaria en los que participamos,
sometiendo al debate nuestra moderna concepción de reforma agraria , la cual
concebimos podría iniciarse YA! , a través de impulsar audazmente la sanción y
aplicación de un paquete de leyes agrarias que apuntalen la realización de los
cambios estructurales agrarios postergados desde entonces, como:
* La ley de freno a los desalojos rurales (llevados
a cabo mediante asesinatos de campesinos pobres, ocupantes originarios)
* Ley de semillas que contemple el derecho al
uso propio y la defensa de la semilla originaria, rompiendo la dependencia de
las semillas transgénicas que nos impone Monsanto y Cía.(tecnología de la
dependencia)
* Rediscusión y modificación de la actual ley
que limita la adquisición de tierras por parte de extranjeros pero no contempla
la posibilidad de renacionalización de las ya extranjerizadas.
* Estatización del comercio exterior e interior
de granos y carnes, así como control popular sobre las empresas elaboradoras y
comercializadoras de productos alimenticios, mediante la creación de un gran
organismo de control estatal agroalimentario.
* Fomento de un desarrollo agrario sustentable,
mediante el cambio progresivo y gradual del actual modelo productivo,
impulsando cultivos alternativos diversificadores, de perfil agroecológico
basados en tecnologías de proceso existentes e invisibilizadas en distintos
lugares del mundo, apoyados en la agricultura familiar, los pequeños y medianos
productores.
* Fomento a la reconversión agraria y la
repoblación del campo, volver a la chacra mixta (migración interna inversa, desde
lo suburbios de las grandes ciudades hacia el campo)
* Creación de cooperativas agrarias modernas
y eficientes.
* Ley de prohibición de fumigaciones en los
ejidos urbanos, sobre cauces de ríos y escuelas rurales, desarrollando cultivos
agroecológicos en los predios no fumigables.
* Creación de cadenas alternativas de comercialización
de alimentos, del productor al consumidor.
* Un proyecto de esta naturaleza debería contemplar
la democratización del uso y tenencia de la tierra. Por ello desde el Partido
Comunista llamamos a las organizaciones políticas, sindicales, sociales,
culturales, campesinas, y de los pueblos originarios pertenecientes al campo
popular, a poner en agenda el debate público y nacional sobre las formas y los
contenidos que deberían conformar la Reforma Agraria Integral que nuestra Patria
necesita, y para lo cual es imprescindible la construcción de la fuerza
frentista política y social que la lleve a cabo y la sustente.
Fuente:
Semanario Nuestra Propuesta nº 1168
del 4 de setiembre de 2014
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