martes, 22 de julio de 2014



Siempre es inspirador, leer o escuchar al maestro Fidel, la cabeza más poderosa de la segunda mitad del siglo XX.

En mucho de lo que dice podemos estar de acuerdo.

No obstante, nos parece, sería conveniente mantener cierta prudencia respecto de las afirmaciones decididamente favorables a los BRICS y en particular, a Rusia y China (India y Sudáfrica, al menos por ahora, aparecen como actores de reparto en la consideración regional. No así el hermano Brasil, fundamental, con Argentina y Venezuela, para la integración suramericana)

La querida hermana Cuba, provincia de la futura nación latinoamericana, o si se prefiere, estado de la deseada federación o confederación regional, soporta heroicamente desde hace mas de 50 años el bloqueo -principalmente- económico del imperialismo yanqui.

Aquella revolución que inició con el objetivo de resolver tareas nacional-democráticas, de liberación nacional, pronto se vio en situación, por la agresión imperialista, de pisar el acelerador y orientarse hacia lo que en el siglo XX se consideraba socialismo, en rigor, eso que había en el denominado segundo mundo y que hoy, con la perspectiva que da el paso del tiempo, mas razonablemente preferimos considerar, nada mas, socialburocracias.

Lejos estamos de situarnos como visceralmente opuestos a esas experiencias que ya son historia. Entendemos que los pueblos que las atravesaron y abandonaron (China incluida: sostener que la actual dirigencia china tiene algo en común con Mao es verdaderamente desopilante) se beneficiaron en su nivel de vida, aún con todas las críticas, incluso muy fuertes, que se puedan hacer a esas experiencias. Las grandes mayorías urssas y las de sus satélites vecinos; las chinas, las cubanas, vivieron mejor desde la revolución, que antes.

Pero también decimos: No era socialismo lo que hubo en la URSS y sus satélites europeos. En China. En Vietnam. Tampoco en Cuba. D
e Korea del Norte, incluso por piedad, mejor no opinar.

Rescatamos y estamos dispuestos a defender, llegado el caso, de la forma que fuera necesaria, a la hermana Cuba, porque la consideramos primero eso, hermana. Y también, sin dudas, porque es el primer territorio y pueblo liberado de Nuestramérica. No porque la consideremos socialista.

Respecto de las otras experiencias, decimos: rescatamos lo que tuvieron de positivas para la vida de las grandes mayorías, pero también decimos, si eso fue socialismo, mejor entonces, olvidemos el socialismo. Empecemos a pensar otra alternativa para la humanidad. Aceptemos que por el lado del socialismo, no va la cosa.

No es la primera vez que, a partir del fracaso de los intentos revolucionarios posteriores a la revolución rusa -los de Europa en los años ´20 del siglo pasado- la dirigencia más o menos referenciada en el Modelo Octubre, se entusiasma con variadas formas de coexistencia con el imperialismo. Stalin fue el primero. Y le siguieron muchos otros. A falta de revolución, bienvenidos los acuerdos, habrán pensado resignadamente.

Como para muestra basta un botón, recordemos que se defendió sin vergüenza, que desde la derrota del Nazismo y Fascismo, en la segunda postguerra, el capitalismo se había humanizado y el imperialismo democratizado…

Hoy, en la evidencia de que el imperialismo yanqui y sus socios, la Europa Merkel, Japón, Israel, y sus títeres en todo el mundo, son un hueso duro de pelar, aparecen los BRICS como referencia de una razonablemente deseada multipolaridad. Y está bien. El intento de construcción de un mundo multipolar, es absolutamente, indiscutiblemente legítimo.

En cambio, jugarse a que son los BRICS, la nave insignia de ese intento, aparece como exagerado. Quizá si, a futuro, puedan ser. Probablemente, no.

Hacer negocios mutuamente favorables, está muy bien (Favorables a los países, no solo a las burguesías y que los pueblos se pongan en la cola a esperar el derrame…) En cambio atarse a los BRICS, no parece muy inteligente.

La multipolaridad, la deseada, necesaria multipolaridad, bien podría ser imaginada de manera soberana, no subalterna. Pensarnos como bloque en el siglo XXI. Impulsando decididamente la integración, a partir de un poderoso y ecológico mercado único regional, para 600 millones de ciudadanos consumidores, donde tendría su legítimo lugar, claro que si, la hermana Cuba.

Claro que una empresa tal, requiere fuerte decisión política de los liderazgos locales y construcción de las alianzas sociales necesarias. Ninguna de las dos, parecen estar en la agenda actual. Probablemente, tampoco en la de mediano plazo...

En ese marco integrador, de nuevo, como ya fue cuando el Comandante Chavez abrió la generosa, casi incondicional mano bolivariana a la isla, otra vez, decíamos, el abrazo decisivo a Cuba llegará de sus hermanos de la Patria Grande.

En el mientras tanto, todo lo que se pueda acordar, para mutuo beneficio, con los ex socialburócratas, devenidos hoy en nuevos zares y mandarines, y con la totalidad BRICS y con cualquier otro bloque, bienvenido sea.

Pero en definitiva, se trata de aquello que ya sabemos: “Inventamos o erramos”.

C.V.

No hay comentarios:

Publicar un comentario